A través de insignes torres y lienzos de muralla en excelente estado de conservación, aún es posible contemplar la que fue la cerca que circunscribía la ciudad en la Edad Media. En su interior se desarrollaba la vida de un pueblo protegido por una muralla que, arrancando desde el lado sur del Castillo, bordearía el actual barrio de La Villa con muros de aparejo de pequeño tamaño y forma irregular.